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Savannah

¿Por dónde comenzar? Ese es mi dilema ahora y no el último, porque suelo ser un poco indecisa y traviesa y… ¡No importa! La cuestión es que lo más importante que deben saber es que amo los dulces, todos los dulces, especialmente los ositos de jalea… De solo recordar ya me entran ganas de comer uno. También amo el lemon pie y soy adicta al café. Adoro dormirme escuchando música y despertarme con ella aún rodeándome.  Y prefiero quedarme en casa a ver una buena película en vez de salir a gastar dinero por ahí.
Por otro lado, detesto el frío pero me encanta el helado de frambuesa. Aunque lo que más odio son las motos; les tengo pánico y nunca dejaré de tenerlo. Así que, esas cosas monstruosas de dos ruedas deben estar a más de cien metros de mí y todos seremos felices. 
En fin, ahora que he dejado aclarado aquello, puedo pasar a contarles que mi nombre es Savannah Christensen y soy lo que comúnmente llaman como mestiza. Sí, así como lo están leyendo. Y es que por mi sangre corre el linaje de los Cárpatos y los Were-Panther; ambas razas muy distintas entre sí y eso es lo más raro… Extraño, pero posible. Porque yo soy la prueba de ello. Sin embargo, como toda mestiza, tengo mis destrezas y debilidades. Así que, con las habilidades de los Cárpatos y las impotencias de los Were, soy una «DayWalker». Y como tal, eso trae consecuencias; y en mi caso unas no muy positivas. Porque Traidores y Vampiros que van tras la raza Carpatiana ahora han puesto sus ojos en mí. 
He escapado. Sigo escapando. No obstante, eso no ha impedido que ya se llevaran la vida de mis progenitores. Empero no permitiré que nadie más muera por mi causa; sobre todo mi sisar, Bell. Ella es mi prima de sangre, pero mi hermana de alma, y la protegeré aunque eso signifique sacrificarme a mí misma.
Porque juntas recorremos este largo camino oscuro, solitario y sangriento que se ha vuelto nuestras vidas. Juntas llegamos a Londres… Donde todo dará un giro de 180° cambiando nuestro destino para siempre.